In:
Bulletin de l’Institut français d’études andines, PERSEE Program, Vol. 25, No. 3 ( 1996), p. 359-388
Abstract:
A lo largo de los 460 años de historia escrita que tiene la ciudad de Quito, se han registrado varios eventos sísmicos que alcanzaron intensidades de hasta IX grados en la escala MSK. Dentro de las numerosas fuentes sismogenéticas que pueden generar daños en la ciudad, se identifica la falla de Quito, cuya actividad es susceptible de producir intensidades superiores a VIII grados, haciendo de ella una fuente de alto peligro para la ciudad. En el registro histórico, se atribuye al sismo de 1755 como producido por la actividad de esta falla, el mismo que reportó intensidades de VIII-IX (MSK) en Quito. A fin de conocer la velocidad de esta falla y la recurrencia de los eventos mayores, que seguramente sobrepasan los 500 años de sismicidad histórica, se tuvo que recurrir al análisis del registro geológico. La paleosismicidad se ha definido mediante el análisis de las evidencias de paleolicuefacción producida por los terremotos que afectaron a los sedimentos holocénicos de la parte baja de la ciudad. Durante el análisis de estos sedimentos, se encontraron manifestaciones de la paleosismicidad debida tanto a la actividad de las fuentes regionales, como también a la actividad de la falla de Quito, que se manifestaron bajo la forma de estructuras de licuefacción, algunas fallas sinsedimentarias y deformaciones sismotectónicas. Un registro paleosísmico relativamente completo se encontró en la cuenca norte, en el afloramiento en la Calle Pinzón, donde se reconocieron unos veinte niveles de paleolicuefacción mostrándose principalmente como capas contorneadas o invaginaciones, que se producen en el fondo de los lagos en la interfase agua-sedimento. Comparando estos niveles deformados con los ejemplos de la literatura, con las relaciones entre aceleración horizontal obtenidas en función de la intensidad (log aH = 0,014 + 0,30Imm) y con la distribución de la sismicidad histórica, se propone una escala de intensidades sísmicas deducidas de la intensidad de la deformación provocada por la licuefacción. La distribución de las intensidades definidas con esta escala muestra una buena coherencia con la distribución de intensidades del registro histórico para valores de intensidad 〉 VI (MM/MSK). El uso de la sismicidad histórica y de la paleosismicidad geológica define una recurrencia media de 115 años para los eventos que superan una intensidad de VIL Hay que notar que el último evento sísmico relacionado con este rango de intensidad ocurrió en 1868, hace más de 125 años; pero hay que considerar que en los 460 años de historia, el tiempo transcurrido entre eventos puede variar entre 9 y 168 años para tales eventos. El uso de la escala anteriormente descrita permitió proponer también la ocurrencia de un terremoto de intensidad IX-X (MM /MSK) entre el siglo X y el siglo XVI. Este nivel pudo ser correlacionado en algunos lugares de la cuenca gracias a la presencia de mía capa guía de origen volcánico afectada por esta deformación. Por otra parte, se puede correlacionar este evento con deformaciones sismotectónicas en la cuenca, haciendo de la falla de Quito el candidato más probable para explicar esta intensidad que supera al máximo histórico en casi mi grado de intensidad.
Type of Medium:
Online Resource
ISSN:
0303-7495
DOI:
10.3406/bifea.1996.1238
Language:
French
Publisher:
PERSEE Program
Publication Date:
1996
detail.hit.zdb_id:
2106197-X
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